Escritos Personales


Por David Maximiliano Bascur Astroza.
Tópicos de la cátedra de «Modernidad y Sociedad» del Magister en Ciencias Sociales, UARCIS.

Las ideas que a continuación expondré, no intentan ser más que un particular (muy particular) acercamiento a lo que considero como «Modernidad» en tanto concepto, más que época. Si bien entiendo que la modernidad suele considerarse como un periodo histórico, aquí intentaré desentrañar algunas líneas, muy básicas por lo demás, de lo que comprendo como modernidad en tanto miradas latinoamericanas como europeas.

Para comenzar, remito a unas palabras de José Martí, y que reflejan, según mi visión, una parte importante de las ideas y concepciones fundamentales de la modernidad y de la sociedad de principios del siglo pasado en tanto proyecto social y político:
José Martí
Las redenciones han venido siendo teóricas y formales: es necesario que sean efectivas y esenciales. Ni la originalidad literaria cabe, ni la libertad política subsiste mientras no se asegura la libertad espiritual. El primer trabajo del hombre es reconquistarse”.

Estas letras que emanan no sólo belleza en su composición, sino toda una síntesis de los principios sobre los cuales se debería levantar la nueva comunidad (pensando en que en aquella época se proyectaban cambios radicales en las ideas y formas políticas y culturales), son el resultado de una reflexión profunda que encuentra y entrecruza tres pensamientos:

1.- Libertad. He aquí la Libertad como espíritu e idea central de una época y que entronca con los principales argumentos que constituyen la «Idea de lo Moderno».

2.- Espíritu. No en tanto metafísica pura, sino como elemento de la comunidad que intenta plasmar en sí y por sí, un proyecto congruente con el valor libertario de un período.

3.- Hombre. Punto central y motivo inicial de las discuciones y evocaciones políticas, filosóficas y sociales.

Bajo esta premisa que nos es entregada por José Martí, procedo, por segunda vez, a remitir a ciertas obras seleccionadas (de las cuales extraeremos determinados puntos que nos parecen más que pertinentes, por no decir, sustanciales) de los desarrollos de los pensamientos de cuatro autores, fuera de Martí, me refiero a: Hobbes, Rosseau, Locke y Bolívar.

Una de los pilares centrales de la obra de J. J. Rosseau es la relación entre la naturaleza y la sociedad, o mejor dicho, de la transición del “Estado natural al Estado civil” como los llama él. Generalmente se le ha designado como aquel defensor de la idea del hombre ingenuo, inocente, gentil por naturaleza, que ha sido degradado por la concupiscencia social. Ahora bien, dentro de lo que el denomina “Estado civil”, existe un hecho que va a determinar el imaginario del autor, el cual es el “Contrato Social” que define como

una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos no obedezca sino así mismo y permanezca tan libre como antes”.

En estas frases, nos deja entrever el problema fundamental de la libertad individual frente a la libertad de la comunidad con el objeto de cristalizar la seguridad como un hecho consustancial al “contrato”. Desde este punto de vista, la transición de un “Estado” a otro, implicaría una evolución desde el instinto a la moralidad con el fin de que la libertad de cada persona se asegurase mediante la unidad de todos. Es así que se podría decir que, en el “Estado” de instinto, el ser humano podría encontrarse en un estado de esclavitud en la medida que sólo fuese presa de sus apetitos, mas con la libertad de tipo civil, la humanidad evoluciona hacia la moralidad, donde la libertad se encontraría en directa relación a la observancia y obediencia de las leyes.

Si bien en ambos autores existe una plena conciencia en torno a las ideas de libertad y hombre, vistos desde el análisis de estas frases, se alejan uno del otro, en la medida que uno entiende la libertad desde lo espiritual, en tanto el otro, desde la estructura social que conforman las leyes exteriores y no las del espíritu.

A lo anterior, podemos agregar un tercer autor, en este caso a Simón Bolívar. En su “Carta de Jamaica”, Bolívar nos entrega una de las partes más ricas y complejas de su comprensión de la realidad latinoamericana (o Americana como le gustaba llamarle a él), emanadas de sus conocimientos directos o de informes que le han llegado.

Su crítica al sistema español, va acompasada de otra hacia lo que serían los nuevos regimenes para nuestros países, de allí que sustenta una posición propia que le valdrán ciertas críticas: el problema de la libertad de los pueblos que están naciendo al mundo y sus conflictos, sólo existe una alternativa, un régimen “mixto”, el cual impidiera a las jóvenes repúblicas convertirse en caudillismos, sociedades libertinas o países autoritarios. Es así que postula al menos unos cuantos temas de interés para todos los pueblos: las disyuntivas de la comunidad, la soberanía, la falta de práctica de los pueblos americanos en el autogobierno, y el más importante, la unión.

Frente a la serie en aseveraciones realizadas en torno a los países de América, podemos apreciar que la gran duda que acerca posiciones de Bolívar a sectores más conservadores es acaso la libertad de organización política, tan duramente conquistada a sangre y fuero, no significaría una banca rota para nuestras sociedades, en la medida que el desorden pudiese instalarse en las noveles repúblicas. Por estas razones se preocupa de establecer ciertas apreciaciones al gobierno y su relación con el pueblo, agregando esta vez, que sólo la unión puede permitir asegurar la libertad y acrecentar y desarrollar un proceso de regeneración que cristalizará en un sistema político propio y adecuado a nuestra realidad.

Un tercer escritor y filósofo en el que nos hemos adentrado para intentar una comprensión del modelo de pensamiento y racionalización moderna es J. Locke. Este, quien surge como una de las estrellas y foco del las concepciones más europeas y avanzadas de su época en cuanto a ideas políticas se refiere, en su texto trabaja algunos alcances, por ser: parte su discurso con el tema de la libertad dentro de la ley, para proseguir con otros como la igualdad natural, la libertad versus la licencia, el castigo al infractor de la ley de modo razonado y razonable, la búsqueda y exigencia de la reparación, el modo ejemplificador, la fe y la confianza, para terminar relacionando estos temas en la discusión sobre la “Estado de naturaleza versus el Estado de guerra”.

En la larga lista de refecciones, Locke nos entrega subyacentes a ellos, una idea en torno a la organización de la sociedad, la justicia y el orden para el aseguramiento de la libertad civil, dado que existe una alta probabilidad de que, por su naturaleza, el ser humano cometa errores, por los cuales podría perder su libertad e incluso la vida, siendo justificados ambos casos. El problema de la liberta en Locke se inserta directamente en los referente a la justcia y la aplicación de las leyes con el fin de resguardar la libertad de todos y la protección de nuestras propias vidas. De alli entonces, que podemos afirmar que esta es otra visión, que camina paralela a las anteriores.

Y por último Hobbes, quien desde su singular escritura, donde podemos observar un minucioso análisis de la naturaleza del ser humano y sus motivaciones, nos entrega una visión general de los problemas a los cuales nos podríamos enfrentar como individuos y, por extensión y dado nuestra unión en sociedad, como organización social. La libertad esta vista como una expresión de nuestra motivación.
Hobbes
Finalmente, deseo afirmar que tras haber leído una pequeña parte de sus textos, el tema e idea de la libertad, en sus diferentes expresiones se encuentra en cada uno de los filósofos y críticos mencionados, constituyendo una de las grandes motivaciones de nuestra sociedad occidental y moderna.

Por
David Maximiliano Bascur Astroza
Tópicos de la cátedra «Modernidad y Ciencias Sociales» del Magister en Ciencias Sociales, UARCIS.

Durante las últimas semanas me he vuelto hacia la poesía social. Me he sorprendido de lo muy poco conocemos a cerca de nuestra poesía y de la vida y pensamientos de nuestros poetas. Es singular este tipo de literatura, donde se mezclan los clamores líricos de la belleza, del amor, de la oscuridad y pesadumbre, con la efervescencia del progreso, de la esperanza de un nuevo mundo organizado bajo nuevos principios

La verdad, es que me encuentro realizando una investigación sobre un poeta chileno (Domingo Gómez ) de principios del siglo XX, que desarrolla su obra literaria en una época marcada por el entrecruzamiento del “modernismo” y el “vanguardismo”. Sus palabras con respecto al progreso, la civilización, la modernidad, la humanidad, están influidas notoriamente por sus ideas revolucionarias; así también, sus cantos líricos, de piedad, versos cristianos están relacionados con el más profundo espíritu de amor paralelo a ciertas imágenes míticas. En este poeta se mezclan de manera sin igual dos vertientes poéticas opuestas: en la primera, caso en particular, es notorio la unión entre los principios que marcan y caracterizan la naturaleza y la inspiración cristiana. En la segunda, la idea de una humanidad doliente que construye bajo los preceptos de las ideas libertarias, una sociedad justa y fraterna.

Puede ser que se me diga que tanto Adorno como Horkheimer no tratan de forma directa el tema de la poesía, mas si nos detenemos en sus ideas centrales donde exponen que
Prometeo

“El programa del iluminismo consistía en liberar al mundo de la magia. Se proponía, mediante la ciencia, disolver los mitos y confutar la imaginación”

es importantísimo comprender los alcances que tiene dicha afirmación, tendiendo en cuenta que la poesía es magia y mito, saber y expresión de la sociedad.

Cuando se adentran en descubrir los objetivos que tenía el iluminismo en torno al pensamiento, su relación con la sociedad burguesa y la producción económica, etc. tienden a dejar un tanto de lado las expresiones artísticas, expresiones esencialmente humanas, que más que constituir una “superestructura”, son inherentes al ser humano. No por nada, en esta relación, ciencia y arte se encuentran convergiendo.

Desde este acercamiento, podemos decir que el mundo construido por la modernidad bajo el alero de las ciencias y el positivismo, tenía como defecto que olvidaba o negaba una fuente trascendente:
Ícaro
“El mito perece en el iluminismo y la naturaleza en la pura objetividad”

Así mismo, nos es preciso señalar que tanto el “mito” como la “naturaleza” a la cual el iluminismo les da la espalda, arrojándolos al despeñadero, son partes fundamentales de la sociedad occidental, incluso en el día de hoy. Esta necesidad del progreso, llevaría a un absurdo radical

“la autodestrucción del iluminismo”.

Tendiendo en cuenta la fecha en que escriben este texto, como las circunstancias en que realizan dichas reflexiones, no nos parece nada extraño sus conclusiones. Ahora bien, el papel que juegan estas circunstancias, tanto políticas y ético-morales, afectaron la comprensión de lo que se entendía por modernidad e “iluminismo”. Algo parecido ocurrió en la filosofía con los escritos de Albert Camus y otros muchos escritores.

Ahora bien, esta frase tan determinante que
Industrialismo

“La condena natural de los hombres es hoy inseparable del progreso social”

contiene una carga tan negativa, sólo se entiende bajo las ideas que hemos rescatado hasta aquí. Me refiero fundamentalmente a que es durante la época moderna cuando la idea de dominio del mundo se expresa con tanto furor, que llevará a los más absurdos extremos. El progreso social visto de esta forma, nos condujo a un camino cerrado donde, por falta de eso que la magia y los mitos nos entregaban de forma clara y a raudales, se impuso una forma de ver y sentir el mundo, de querer dominarlo, sin conocerlo siquiera. Es este conocimiento primario el que nos puede hacer salir de la encrucijada en que nos ha puesto la modernidad bajo el poder de la ciencia totalitaria y su modo dominador del mundo.

Este modo de conocer sería, tal vez, recurrir un poco a la poesía.

Tópicos de la cátedra “Modernidad y Comunicación” del Magister en Ciencias Sociales, UARCIS.

El pequeño artículo de blog que estás leyendo, mi estimado lector, ha llegado a ti gracias a una serie de nuevas herramientas tecnológicas, entre las cuales contamos el mismo blog como nuevo canal de comunicación (que al día de hoy, 10 de julio de 2010, este blog llamado “El Arroyo” cuenta con más de 70.000 visitantes virtuales y linkeada en otros sitios como este). ¿De qué otro modo, a costo tan bajo, de una inmediatez sorprendente, con grandes posibilidad de difusión e interacción, podría haber logrado tal grado de divulgación?
Virtualidad
***
Cuando nos situamos a discutir acerca de la comunicación como hecho fundamental en el desarrollo de las sociedades de la modernidad y del pensamiento crítico moderno, no podemos ni debemos dejar de lado que, dados ciertos contextos y condicionantes, lo fundamental es el diálogo y la construcción de la interacción.
Comunicación Global

¿Pero qué pasa con estos términos aplicadas a la coyuntura actual, caracterizada por el “pos modernismo”, época compleja, dinámica, vacía, que experimenta una importancia exagerada del símbolo y de la forma, más que del contenido?
La virtualidad que nos permiten las nuevas herramientas genera la posibilidad de gran
difusión de ideas, propuestas simbólicas, corrientes artísticas y un sin fin de elementos, pero a la vez de una enorme desechabilidad de los mismos. Antiguamente, se podía sentir el calor del papel que emanaba aquél libro querido, se ennegrecían los dedos con la tinta del periódico matutino o vespertino, la radio y la televisión intentaban capturar audiencias con más creatividad que recursos económicos. En tanto hoy, el internet y los canales de comunicación masiva que permite (mail, chat, fotolog, facebook, twitter, diarios y televisión virtual, música con capacidad de reproducción infinita, etc.) coloca en entredicho la capacidad de diálogo, pues se ve sobrepasada por la voluminosidad y ultra rapidez que asoman como el centro de atención: no existe capacidad de diálogo entendido como el disfrute del entendimiento, lo que sí nos permitía la modernidad. Incluso, los intelectuales críticos a la situación actual y situados desde un área de observación más que de acción, escriben más para sí que para la comunidad, centro del tema comunicacional y político, a la vez.
No es de sorprenderse entonces que el juicio en torno a las características de la comunicación actual estén relacionadas con las implicancias que tienen para las relaciones sociales e interpersonales, ya sea posibilitándolas, pero a la vez, vaciándolas de contenido.

Retrotraernos un par de siglos atrás, hacia comienzos de 1800 y vislumbrar las ideas principales que dieron forma y estructuraron a las primeras Repúblicas latinoamericanas, entre ellas Chile, resulta más que necesario para comprender la importancia que tuvo y que tienen los procesos escriturales – y particularmente los desarrollos literarios y comunicacionales – en nuestra formación como país. Así mismo, ubicamos a la región latinoamericana como aquella compuesta por ciertos caracteres comunes, idiomas y formas de pensamiento, actividades económicas y procesos de mestizaje más o menos similares. Esto es de suma trascendencia, pues al querer adentrarnos en un problema como la influencia de la escritura, es preciso tener en cuenta las características que esas palabras, esas escrituras, nos muestran.

En primer lugar debo señalar que me sitúo en la vereda que analiza el desarrollo de nuestros países desde la mirada historiográfica, por lo que me acerco a la cuestión de la escritura y los modos de transmisión de ideas y conceptos fundamentales para caracterizar nuestra personalidad como comunidad, país o República, en cuanto proceso histórico y de allí conocer algunas de las razones que nos han motivado a transitar por ciertos caminos; sin embargo, también me acerco a lo ‘latinoamericano’ desde otros puntos, pues si hablamos de escritura, necesariamente debemos rescatar la parte más rica de la creación literaria de nuestras regiones. Hago esta precisión, pues considero necesario plantear un debate que nos guíe por aquellos registros escritos que han influido de forma trascendental en nuestras identidades como comunidades y como regiones geográficas, refiriéndome específicamente a América Latina.

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Mucho se ha hablado durante la última década# acerca de la significación que tiene el “Bicentenario” como hecho simbólico y de trascendencia a nivel social de nuestro país y de los países vecinos, entre ellos Argentina y también México, que han realizado grandes obras de infraestructura e instalado Comisiones Bicentenarios para celebrar los 200 años de independencia de estos países #. En realidad, no es de extrañar que los gobiernos hayan querido dar un sentido mayor a las actividades emprendidas, teniendo en cuenta lo que representa dicha fecha en el plano simbólico y de confirmación de la necesidad de la organización estatal y de su metamorfosis a lo largo de dos centurias.

Bajo estas premisas de celebrar, conmemorar, recordar, homenajear, simbolizar, unir, festejar; nos encontramos nuevamente ante el reflejo de nuestro propio ser. ¿Quiénes somos los latinoamericano?¿quiénes son los y las chilenas? ¿cuáles son nuestras raíces como país “independiente”? Estas preguntas, muy generales por cierto, no pretenden una respuesta fácil o chouvinista, muy propia de nuestras ideosincracias que relacionan de forma directa identidad con patriotismo o, incluso más, como aquel nacionalismo que lleva prendida a su piel la bandera, el himno y la camiseta de su selección nacional. ¡No! Por supuesto que el camino que deseamos recorrer tiene que ver más con descubrirnos a nosotros mismo en nuestros propios lenguajes, abiertos al diálogo, alegres algunos y tristes otros, que nos hablan de selvas y desiertos, desde el norte mexicano a las aguas frías y parajes desolados del sur de la Patagonia. Ahondar, tal vez un poco más, en aquellas literaturas, tan propias de nuestros pueblos, que nos hablan con voces dulces y terribles #.

Son estas contradicciones indelebles, propias de los paisajes con los cuales nos hemos relacionado y los hechos que hemos vivido, los que han ido constituyendo nuestro propio proceso escritural: nuestro ser literario y por lo tanto, las características de nuestras tierras, han sido parte fundamental de la formación y evolución de los pueblos.

En este corto recorrido en torno al discurso escrito, hemos de dejar fuera algunas manifestaciones de este, entre los cuales se encuentran las Constituciones Políticas de las Repúblicas latinoamericanas #. En primer lugar, reconocemos que las Repúblicas modernas, herederas de la tradición revolucionaria francesa de 1789 nacen al mundo actual con el establecimiento de sus Cartas Magnas, algo así como un certificado de nacimiento y prueba de su Independencia política y de sus ansias de establecer un sistema propio. Sin embargo, en este caso en particular, en que la escritura define las características principales de los pueblos, como también sus metas, valores y principios, no podemos dejar de señalar que siendo un instrumento de poder realizado por pequeños grupos, no reflejara más que un reducido núcleo de pensamiento. En segundo lugar, el peso de las Constituciones Políticas en América Latina no se va a imponer, según varios historiadores, hasta entrada la mitad del siglo XIX o incluso después #, por lo que las intenciones de establecer el real sistema político, manifestado por este tipo de Cartas, no va a tener características definidas o definitivas, salvo casos muy particulares, entre ellos el de Chile – producto del aplastamiento del sector liberal y democrático por el conservador y católico-.

Volviendo al tema en cuestión, he de señalar que la palabra escrita – paralelo a nuestra tentación de la sensualidad por la oralidad y la demagogia – ha sido de gran importancia en la vida y desarrollo de los pueblos de América Latina, en la medida que ha supuesto una reflexión interior sobre nuestras cualidades, defectos y desafíos a enfrentar. Así también, las principales preocupaciones, derivadas de las condiciones económico – políticas se han hecho presentes a través de los discursos escritos, adquiriendo con ello un rango de denuncia social y de búsqueda de respuestas a los problemas que aquejan a las jóvenes sociedades #.

De allí que no puedo más que situarme, para el desarrollo de estas ideas, en lo que han sido los grandes escritores de este subcontinente. Desde el siglo XIX, personas como Andrés Bello, Sarmiento y Hostos, han marcado la evolución, no sólo de Chile, sino que se han transformado en figuras señeras para cientos de intelectuales de los países americanos. Sus reflexiones en torno a temas tan variados como las leyes y los códigos, las formas gramaticales y los estudios lingüísticos, la sociabilidad americana, su historia y costumbres, etc. han guiado los procesos políticos de forma indirecta. Aquí me interesa detenerme en un punto especial: la formación de códigos jurídicos propios de las nacientes Repúblicas, emparentados con las tradiciones europeas, y que, en el marco de las ideas que estamos desarrollando, cobran vital importancia, pues son estos códigos y leyes una característica fundamental de nuestros pueblos: la necesidad de que todo esté establecido mediante decretos, pues si no está escrito y regulado de esta forma, pareciera no existir #. Insisto en no hablar de las Constituciones, como ley suprema que dictamina y define los valores y principios bajo los cuales debe encaminarse el país, pues su existencia y aplicabilidad es bastante abstracta, sino de aquellos mandamientos relacionados con la vida cotidiana y que reflejan de una u otra manera la idea de un quienes somos o quienes querríamos ser, pues al manifestar por medio de leyes la realidad del día a día, de los temas de “interés nacional” como suelen llamarlos, nos muestran las intenciones de los pequeños grupos de poder de estas Republicas, preñadas de preocupaciones de diversos sentidos o determinadas por ideas y conceptos religiosos o teñidos de ciertas modas intelectuales, de ansias de progreso o de estancamiento según sea la conveniencia, de intentos de igualarse o diferenciarse de Europa, etc.

Paralelo a lo anterior, se va constituyendo en los países nacidos a la luz del siglo XIX, una necesidad por escribir su propio destino. La gran profusión de obras historiográficas que abundan, responde a un hecho esencial: constituir “la idea” de una República basada en las tradiciones propias de nuestros pueblos. La búsqueda incesante de un modelo propio, de nuestras costumbres e identidades, debe orientar a las sociedades que comienzan su propio camino. Este tipo de literaturas, emparentadas con las que se realizaban en Europa, se distingue en la medida que si bien aplican moldes historiográficos extranjeros, lo hacen mirando la realidad local y latinoamericana. De allí que nos volvamos a preguntar acerca de esta relación entre escritura y sociedad, entre la palabra escrita y el desarrollo de las jóvenes Repúblicas con tradiciones en construcción.

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Y hemos llegado al punto crucial donde se mezclan la discursividad, la expresión, la escritura, las ideas -mejores y más bellas- sobre “Nuestra América” como dijera José Martí, en su obra de hondo calado latinoamericano y de profunda intensión. Este punto es la influencia que nos ha dado nuestra escritura, nuestras propias literaturas regionales, que se han transformado en continentales, sin caer en ese continentalismo patético de rasgos patrioteros, sino en el maravilloso continentalismo que hace gala una Mistral es sus escritos, refiriéndose por medio de los grandes personajes de la historia y la política a lo central de nuestra identidad.

Nos maravillamos al darnos cuenta de lo esencial de la palabra no como una construcción abstracta, sino de un gran peso en nuestra vida diaria. La escritura y su influencia por medio de las ideas educacionales y pedagógicas emprendidas por las y los grandes intelectuales comprometidos con el desarrollo positivo de nuestras sociedades, han prestado una gran preocupación por legar hacia las generaciones futuras lo mejor de ellos mediante la cultura y la rica y noble influencia que esta puede y debe hacer para la formación de verdaderas Repúblicas #. Desde este punto de vista, debemos reconocer que, dado el contexto histórico del nacimiento de nuestros países al mundo moderno (alrededor de 1810), las Repúblicas latinoamericanas tienen una deuda con el pensamiento iluminista que pretendía, por medio de la educación y el progreso, un horizonte más bello y de felicidad para los seres humanos. Este modo de pensar, bajo la mirada atenta de la ilustración, si bien tuvo que enfrentar múltiples obstáculos a lo largo de estos dos siglos, nos ha legado la rica importancia de la escritura, de los libros, de la búsqueda de un literatura que nos proporcione las respuestas a nuestra propia identidad. Los obstáculos fundamentales han sido los problemas económicos, el alto analfabetismo, la poca difusión que ha tenido la cultura escrita … y sin embargo, esta se ha impuesto en nuestras tierras. No por nada, hace apenas unos meses, la hermana República plurinacional de Bolivia celebraba el triunfo de derrotar el analfabetismo, con un ánimo que representaba las mejores aspiraciones de quienes soñaron con estos países y un futuro que les perteneciera.

Periodista: “Esta bien, don Gustavo, lo que no entiendo es todo esto ¿para qué?”.
Gustavo: “… ¿Para qué? ¿Cómo pa’ qué? … pues pa’… pa’ que le sirve a usted la dignidad, ah!? Que esa palabra no existe … o qué … ¿o no la usan ya en televisión? … ¿Cómo pa’ que? Pa’ la Dignidad, ¡hombre! ¡Pa’ la Dignidad Nuestra!”.

La estrategia del Caracol de Sergio Cabrera.

¿Qué es la Modernidad? según Reinhart Koselleck: «Modernidad» en Futuro Pasado.

Profesor D. Maximiliano Bascur Astroza

En torno a la pregunta: ¿qué es la política?

Idealismo

Mi primera poesía de Astru Astur

Esta es mi primera poesía;
la he escrito hace años,
cuando ya conocer podía los daños
causados en el trabajo que tenía.

La escribí con un hondo sentimiento,
con pesar y dolor, porque he sufrido
en el duro trabajo un gran tormento,
porque explotado sin piedad he sido.

El deseo sentí de libertarme
de aquella esclavitud que me oprimía,
y no pasaba ni un solo día
que no soñara yo con rebelarme
contra la opresión que allí exitía.

Busqué el ritmo armonioso,
la palabra elevada del profeta
y sin creerme sabido ni poeta,
diciendo la verdad, hoy soy dichoso.

Después de haber leído esta primer
poesía, lector, piensa conmigo
lo que es un jardín de primavera;
lo que es acracia, y estaré contigo.

Es mi ideal este jardín amado,
y por eso que en él quiero sembrar
las flores que serán de vuestro ardor;
mis deseos son verlas germinar.

Esta poesía es parte del libro «Jardín de Acracia». La belleza de la imagen y el desarrollo del La Idea, hacen que las palabras de Astru Astur queden en nuestra mente y corazón.

Atte.

Prof. Maximiliano Bascur Astroza

Hace unos momentos escuchaba por medio de las noticias en televisión una entrevista al escultor y creador de la estatua a Juan Pablo II, en la que señalaba la necesidad de esta, de la emoción que provocaba, incluso me inclino a pensar que se referiría a cierto sentimiento de “recogimiento” que podría provocar en el espectador tamaña estatua: Juan Pablo II apuntando con su brazo al horizonte.

En este sentido, me llamó también la atención de que en ninguna de las entrevistas, reportajes o artículos se señalase que el alcalde le había cambiado de nombre al Parque J. D. Gómez Rojas por el de Juan Pablo II hace un tiempo, sin siquiera preguntar a la comunidad su parecer o, que dado la instalación de la Universidad San Sebastián a un costado de dicho parque, esta institución pudiese remoledar, transformar o incluso instalar nuevos espacios comerciales de tipo privado, como estacionamientos, en este lugar.

Aquí llegamos a un punto crucial, donde se entremezclan una serie de elementos y variables de distinto tipo: comerciales, geográficas, ambientales y, por supuesto, sociales, pues es la sociedad en su conjunto la afectada por las decisiones tomadas por un grupo de personas que se autoproclaman señores del espacio público… Este parque, al igual que muchos otros de la ciudad de Santiago, pasará a convertirse literalmente en una propiedad privada de la Universidad o de cualquier otra organización o institución que tenga los recursos como para poder “invertir” en este. Además, el hecho de la ubicación de la estatua privatiza simbólicamente un lugar que sería de todos y todas, que se había constituido en un lugar de encuentro, pues es imposible que cuando se mire esta construcción de inmensas proporciones no se piense en quien la construyó y sus motivos.

Sin embargo, las controversias sobre la estética de la imagen, sin dejar de tener un lugar en la discusión, pasan a un segundo plano cundo comenzamos a analizar un tema preocupante y de gran importancia: la privatización de lo que conocíamos como espacio público, es decir, del espacio de construimos colectivamente y que, por lo tanto, responde a las características de una sociedad y de la comunidad en su conjunto. Esto último es trascendental: no es posible que habitemos tranquilamente una ciudad que comienza a ser comprada, vendida o… licitada, como quiera llamarse el eufemismo. Tenemos que trabajar por un hábitat que a todos y todas nos satisfaga y que cumpla con ciertos cánones de estética y de cuidado de los espacios.

Debemos recordar que, dentro del pensamiento anarquista desde hace muchos años ya la preocupación por el espacio, la geografía, el territorio, son temas cruciales. Justamente me encuentro releyendo un texto acerca comunalismo y municipalismo libertario, y me pregunto acerca de cómo una gestión participativa podría eliminar los peligrosos efectos de la toma de decisiones centrales por parte de autoridades como las que aquí mencionamos.

Continuará…

En medio de una ciudad que, para algunos, reclama ser parte del mundo globalizado, de aquél en el cual vale más vender un imagen, ser parte de un modelo homogeneizador y aturdidor, volviendo la espalda a la construcción colectiva de los espacios habitados, la comunidad exige de una u otra forma espacios que recuerden aquéllos hitos y personas que se anclaron en la memoria social.

Por lo mismo, no es de extrañar que la “Historia” construida por el discurso oficial haya dejado de lado una serie de acontecimientos que son esenciales en la (re)construcción de un movimiento libertario, por esta razón, es que en esta sección queremos dar a conocer lugares que nos obligan a revisitar este pasado que no lo es tanto, saludar a quienes se esforzaron por edificar un sociedad libre e, incluso, estuvieron dispuestos a dar por su ideal lo más preciado: la vida. Este no es simplemente un ejercicio turístico revolucionario, ni menos un gusto por la pequeña historia vacía, sino para reconocer en nuestro espacio inmediato una relación intima de afecto, orgullo, de reconocimiento… no es sólo el dato per se, sino lo que trae paralelo a ello, validando a nivel social lo que estos hitos urbanos marcan o conmemoran.

Frente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.

Frente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.


El primer Hito Urbano al cual nos referiremos será al Parque Gómez Rojas, en el centro de la polémica por la instalación en este de una estatua que representa a Juan Pablo II, olvidando o borrando, concientemente, el significado del Parque en cuestión y de la persona a quien se homenajeo en su momento… José Domingo Gómez Rojas, poeta-estudiante-profesor anarquista, encarcelado y torturado por la autoridades del Chile de principios del siglo XX, muerto en la Casa de Orates, producto de la enfermedades y torturas provocadas.

Continuará …

J. D. Gómez Rojas
José Domingo Gómez Rojas o Domingo Gómez Rojas, estudiante-profesor y poeta anarquista, ha sido una de las tantas figuras silenciadas por la “Historia Oficial”. Su vida estuvo marcada por la pobreza y el compromiso con la Humanidad. Mientras las federaciones estudiantiles y obreras en las cuales participó (entre ellas la I. W. W. de la cual fue su Secretario de Actas) lo recibieron como hijo y lo entregaron como mártir, lo sectores reaccionarios lo criticaron o ningunearon, como bien se puede apreciar en el juicio de un crítico literario que él mismo transcribe más adelante.

Por estas razones, Chumingo, como le llamaron sus amigos y compañeros, en su corta pero significativa obra, realiza potentes alegatos a favor de los desposeídos y los hambrientos de justicia, realzando la figura de los pobres y vagabundos de espíritu. Por estas razones, se transforma en una de las figuras más importantes de la literatura y poesía de principios del siglo XX. Es así que revive nuevamente en sus palabras, haciéndonos oír el llamado de la libertad y la justicia social, retumbando sus gritos en las paredes y barrotes que lo aprisionaron y que le arrebataron su vida en aquél invierno del año `20… escuchemos sus propias palabras:

“Rasgos biográficos: Nací el 4 de agosto de 1896. A los 16 años publiqué mi primer libro de versos “Rebeldías Líricas” (abril de 1913). A principios de diciembre de 1913 fui a la Argentina donde permanecí hasta principios de 1914. El 23 de abril de 1914 (17 años) leí en el Ateneo de Santiago un “Poema Hereje”. En junio de 1913 había estado inscrito con el poema “Yo” que no leí. Agosto y parte de septiembre de 1913 lo pasé en Valparaíso. El 11 de noviembre de 1914 terminé mi primera obra teatral “Renunciación”, que pertenece a un tríptico titulado “Reino Interior” (tragedia en un acto) 2 de diciembre de 1914.

Juicios Críticos: tenemos un poeta muy joven y muy anárquico: es Gómez Rojas. Sus “Rebeldías Líricas”, tienen sobriedad de tono, arrogancia, mucha arrogancia; pero están dañadas por un socialismo tribunicio. Le hubiéramos aplaudido más si hubiera cantado sus propios sentimientos. Juan M. Rojas Segovia. 1913.- “Diario Ilustrado” (Página Literaria”.

Hasta el 4 de agosto de 1914 había vivido el tiempo de 56.764.800.000 segundos.”

Experiencia Educativa en el Liceo Lenka Franulic

Experiencia Educativa en el Liceo Lenka Franulic

“¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo”.

Gabriel Celaya

Buscamos excusas, en algunas ocasiones, para poder llevar a cabo ciertas “praxis” que de otra manera seríamos incapaces…

En el año 2004, y a propósito de una remodelación del Colegio Lenka Franulic de la comuna de Ñuñoa en Santiago de Chile, en el patio de este se encontraron algunos restos arqueológicos pertenecientes a culturas indígenas (“inka local”). Sin embargo, debido al poco interés presentado por el grupo de dirección del liceo durante los meses y años siguientes a este descubrimiento, en el año 2007, un grupo de personas integrado por cuatro estudiantas, un estudiante y un profesor, deciden hacer suyo el proyecto de recobrar para toda la comunidad del colegio la memoria encerrada en aquéllos seres humanos: sus historias, amores y desamores. Pero este sería sólo el principio de los obstáculos a los que nos deberíamos enfrentar.

En primer lugar, ¿qué tipo de “taller pedagógico” es una “Academia”? ¿cómo articular una teoría y práctica pedagógica libre en un entorno que se preocupa más de las estadísticas educativas y los resultados productivos de los “alumnos y alumnas”, más que de la creación, la investigación y la autonomía? La “Academia” (como le llamamos de cariño) no era un lugar donde repetir las clases de historia y ciencias sociales, no era un taller de reforzamiento de la asignatura ni menos uno de los típicas clases preparatorias para entrar a la universidad que se suelen usar aquí en Chile… La “Academia” tenía un sentido distintito desde el mismo momento en que surgió como idea: debería constituirse en un grupo de personas que, mediante un trabajo autónomo y articulado, pudiesen fomentar la recuperación de la memoria histórica-social de la comunidad, rescatando del olvido temas, hechos e historias.

Con estas ideas en la cabeza hechamos a andar el proyecto. Dificultades de tiempo y lugares para reunirse en primer lugar fueron resueltos en la medida que llegamos a consensos entre todas y todos los integrantes. Además de eso, fue la preocupación por la investigación la que nos llevó a consultar en diversas instituciones (universidades y museo) el paradero de los restos arqueológicos hasta encontrarlos… pues nadie sabía donde exactamente habían quedado, todo esto sólo con la iniciativa de Andrea, Carolina, Diego, Janis, Macarena y David, el profesor. Pero cada vez deseábamos hacer más cosas y el tiempo apremiaba.

Además de las investigación, surgieron ideas y prácticas como apoyar la infraestructura de la biblioteca con la compra de libros, realización de ciclos de cine-foro, presentación en ferias científicas, desarrollo de una propuesta para la realización de un seminario en torno a las culturas indígenas para el año 2008, preparación de los materiales, información e imágenes para la construcción de gigantografías que dieran a conocer el sitio arqueológico, escribir y publicar una revista, construir un panel a la vista de todas y todos con información de la “Academia”, colocarle un nombre al Salón de Historia, que fue llamado finalmente “Nuestra América. Abya Yala” y, como gran meta, la construcción, mediante la adquisición de fondos a los que se había comprometido la municipalidad de Ñuñoa años anteriores, de una muestra arqueológica de las culturas indígenas encontradas con la finalidad de articular en torno a ello prácticas pedagógicas fundamentadas en valores de respeto a las culturas americanas y recuperación de la memoria, de valoración de la diversidad, compromiso con la investigación, la disciplina académica, la rigurosidad, a modo general y de desarrollo de mayores niveles de libertad al interior de la escuela, institución tradicionalmente cerrada a experiencias de tipo libertaria y autonomista por parte de los estudiantes, es decir, utilizar el espacio de la “Academia” como motor y difusor de ideas que contribuyeran a fomentar un ambiente crítico al interior del colegio, del aula, de las y los estudiantes, profesoras y profesores.

Pero como les contamos los obstáculos fueron varios y no sólo por parte nuestra: la dirección del colegio se opuso a ciertos proyectos, en otros se desentendía y en unas cuantas ocasiones tuvimos que “dar cuentas” de las acciones que llevábamos a cabo e incluso de la forma de pensar y actuar de las y los integrantes del grupo. Esto se extendió fundamentalmente en el segundo semestre del año 2007. Por estas razones es que en un momento, el profesor a cargo de la representación del grupo pensó en convocar el cierre de la “Academia”, sin embargo, los cinco jóvenes, en una práctica asamblearia de votación directa y a mano alzada decidieron continuar con el proyeco más allá de las implicancias, por lo que el profesor quedó en franca minoría, teniendo que asumir de esa manera la decisión de las y el joven de continuar con la experiencia.

Llegó el final de año y con ello el tiempo de las evaluaciones… por una parte estimamos que la experiencia fue rica, mas no quedamos contentos, pues nos faltó mayor orden y disciplina, también aprender a darnos cuenta de nuestras cualidades y defectos, de nuestras fortalezas como grupo y como individuos así como de nuestras dejaciones e incumplimientos (…la revista nunca la publicamos…), etc. Y con el fin de año llegó la noticia de que el profesor fue despedido. A la dirección no le gustó las ideas que transmitía en sus clases, como tampoco la idea de una “Academia de Ciencias Sociales” que, más que reforzar contenidos, diera un espacio de desarrollo personal, autónomo y libertario. A pesar de esto y de que la “Academia” no pudo seguir su trabajo en el año 2008, aún nos seguimos reuniendo de vez en cuando, planeando formas de construir una sociedad mejor y liberando de trabas y obstáculos la educación tradicional.

David M. Bascur Astroza,

Profesor de Historia y Geografía.

Si desean comunicarse con nosotros, escriban a: academiadecienciassociales@gmail.com

Socias y socios del Sindicato n° 1 de Trabajadores de la Educación de la Comudef:

Con gran alegría nos dirigimos a ustedes para darles una noticia que nos enorgullece y que esperamos también enorgullezca a socios y socias de este Sindicato. El día 27 de julio, se inauguró “El Areópago Libertario” Biblioteca Social y Archivo Histórico que funciona en la sede del Sindicato nº 1 de Trabajadores de la Educación de la Comudef. El “Areópago” pretende ser un espacio de encuentro, estudio, análisis, debate y creación donde trabajadores y trabajadoras volcarán a la práctica las ideas de justicia y dignidad social.

Históricamente el movimiento sindical, conjuntamente con plantear las reivindicaciones sociales como emblema, advirtió que la educación de los y las trabajadoras debía ser fundamental para alcanzar dichos objetivos. Es por eso que ahora, en momentos donde trabajadores y trabajadoras debaten sobre la recomposición de las organizaciones sindicales, la apertura de un espacio como el “Areópago” viene a complementar aquélla función. No hay liberación del ser humano, si éste no ha sido capaz de liberarse a si mismo de las garras de la ignorancia.

Como Grupo de Estudios José Domingo Gómez Rojas, hemos querido rescatar aquel espíritu que motivó a nuestros antecesores allá por finales del siglo XIX y principios del XX y proyectarlo desde nuestro presente hacia el futuro. Sabemos que el camino es difícil, sobre todo por que nos movemos en un contexto hostil y egoísta, pero ya hemos dado el primer paso y junto a ustedes, queremos seguir caminando.

Aquí empezamos, abriendo una biblioteca donde además de libros y revistas, encontraremos ideas, amigos y posibilidades. Aquí donde el aire huele a compañerismo y lucha, abrimos este espacio de superación personal que nos incita a seguir el camino en la senda que muchos años atrás abriera Clotario Blest quien con su lucidez y compromiso nos enseñó que ante la explotación sólo la unidad nos hará libres.

HORARIO DE ATENCIÓN:
LUNES Y VIERNES: 14:00 A 19:00 HRS.

DIRECCIÓN:
DON PEPE # 496, LA FLORIDA.
SEDE SINDICATO Nº 1
DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN
DE LA COMUDEF.

Grupo de Estudios
José Domingo Gómez Rojas
Biblioteca Social y Archivo Histórico
“El Areópago Libertario”

fasinpat En el contexto de la llamada «crisis capitalista neoliberal» producto del reventón de las «burbujas especulativas estadounidenses» desarrolladas en el amparo que les otorgaba el Estado bajo sus criterios de economía salvaje, nos encontramos con experiencias económico-productivas nacidas al alero de la participación ciudadana y popular y, por que no decirlo, de la crisis político-social y económica que vivió Argentina el año 2001-2002. Esta experiencia es la FASINPAT o fábrica sin patrones, industria o fábrica constituida en cooperativa que se desarrolla por la nececidad pero se mantiene por la capacidad real de los trabajadores de mantener una fábrica sin la autoridad (y autoritarismo) de los patrones.

Aquí les dejo un extracto de un artículo publicado en enero del 2009 en el periódico mensual «El ciudadano»

«ORGÁNICA Y RELACIÓN CON EL ENTORNO
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Todas las actividades y funciones de la empresa están divididas en 56 sectores. En cada uno se maneja una Planilla de Control de Proceso y los trabajadores eligen un Coordinador, que es revocable. Entre todos los coordinadores forman el Consejo, que es el órgano de conducción y encargado de planificar el proceso productivo. Ellos se reúnen los lunes en la mañana para debatir y resolver y, cuando hay un tema importante o urgente, se hace una asamblea en los cambios de turno. Como legalmente tienen personalidad jurídica de Cooperativa de Trabajo, los coordinadores llenan los cargos formales del Consejo de Administración.

La instancia máxima de resolución es la Asamblea General o “Jornada”: una vez por mes se paraliza la producción y todos los obreros –de los tres turnos- se reúnen durante ocho horas para debatir y tomar las decisiones más importantes. Se informa y debate sobre los resultados del mes anterior y se proyecta el siguiente y se discute sobre temas políticos y socioculturales.

Existe un reglamento interno, de unas tres carillas, que establece la organización, estructura y funcionamiento. Las sanciones van desde descuentos hasta la suspensión, o despido en casos graves.
En la planta hay una sección del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (Soecn). Esta organización actúa codo a codo con la gestión obrera y se define como partidaria de un sindicalismo clasista, autónomo y combativo.

Todas las semanas los obreros reciben visitas de jardines, escuelas primarias y secundarias de toda la provincia, además de universitarios de todo el país. Una parte de la producción tiene un fin social. Mensualmente realizan donaciones de cerámicos a escuelas, hospitales, comedores, guarderías, viviendas familiares, etc. Organizan actividades culturales como recitales, festivales solidarios o la celebración del día del niño, donde miles de personas visitan la fábrica y confían en la seguridad de la gestión obrera.

Distintas universidades firmaron convenios para que docentes y alumnos colaboren con el proyecto: Universidad Nacional del Comahue, Universidad Nacional de Buenos Aires, Universidad de Bologna (Italia).

Delegaciones de los obreros han participado en encuentros dentro y fuera de Argentina. Integran el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, que agrupa a más de 150 unidades productivas, gestionadas por sus trabajadores desde el 2001. “Ocupar, resistir, producir” es su lema. Intelectuales de varios lugares del mundo han compartido jornadas de reflexión con los trabajadores: Naomi Klein, James Petras, Eduardo Galeano, Osvaldo Bayer, entre otros.

En los medios de Neuquén, han realizado programas radiales, así como avisos para la televisión local. Los obreros poseen una página web (www.obrerosdezanon.com.ar) y la cooperativa tiene otra (www.ceramicafasinpat.com). Participan en numerosos movimientos y redes sociales (derechos humanos, mapuches, pobladores, etc.).

Tres días y medio duró mi estadía en ese “espacio liberado”, en una isla autogestionada que nos permite imaginarnos futuros posibles. Monté mi bicicleta e inicié el retorno hacia Chile.

HISTORIA
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El empresario italiano Luigi Zanon abrió la fábrica en 1979. Durante los próximos 20 años llegó a convertirse en la segunda más grande de Argentina y en una de las más modernas de Latinoamérica, merced a una gran cantidad de donaciones, créditos blandos y subsidios, tanto estatales como privados. En su mejor momento, llegó a contar con 650 empleados, con una producción de casi un millón de m2.

Pero la burbuja reventó a fines de los años noventa y Zanon dejó de invertir en el mantenimiento de la maquinaria. Paralelamente, los trabajadores, que estaban controlados jerárquicamente -mediante cámaras y por el mismo diseño de la planta- comenzaron a inquietarse. Un grupo más consciente organizó un campeonato de fútbol, que les permitió comunicarse con el resto. Producto de ello, lograron derrotar en las elecciones de delegados a la cúpula sindical, burocrática y apatronada.

En el año 2000, mientras Zanon empezaba sus maniobras para reducir personal y salarios, se produjo un hecho que encendió la mecha: producto del deterioro de las condiciones laborales, un joven obrero murió por no ser atendido como debía. Los trabajadores hicieron la primera huelga y, de pasada, ganaron las elecciones del sindicato provincial de ceramistas.

Al año siguiente la empresa dejó de pagar los sueldos, que debieron ser solventados por el gobierno de la provincia. A esas alturas, sólo quedaban 350 operarios y se producían 300 mil m2. Zanon decidió cerrar la fábrica, pero los obreros se organizaron para vigilar la planta y llevar el caso a la justicia. Montaron carpas y ollas comunes en las afueras e hicieron marchas y cortes de ruta. Los 260 trabajadores que siguieron movilizados recibieron la solidaridad de pobladores y de organizaciones sociales. Así se mantuvieron por cinco meses, hasta que decidieron ocupar la fábrica y ponerla a producir; formaron comisiones y echaron a andar uno de los hornos (2 de marzo de 2002). Al mes siguiente salió la primera producción: 20 mil m2. En el transcurso de ese año y del 2003, presentaron el primer proyecto de ley de expropiación y estatización bajo gestión obrera (con 50 mil firmas), sellaron convenios con universidades, rechazaron varios intentos de desalojo y una delegación viajó a Europa invitada por sindicatos del viejo continente. En 2004 fue aprobada la cooperativa de trabajo Fasinpat, construyeron un centro de salud en el barrio popular de Nueva España y se estrenó la película “Fasinpat: fábrica sin patrón”, del director italiano Daniele Incalcaterra. En los dos siguientes años, junto con incrementar la producción y los puestos de trabajo, presentaron nuevamente un proyecto de ley; construyeron una casa para una familia humilde que había perdido a sus padres en un accidente; una delegación viajó a Santiago de Chile y un juez autorizó a Fasinpat a continuar con la gestión obrera por otros tres años. Sin embargo, un año después (2007), la justicia aceptó el reclamo de uno de los grandes acreedores y redujo el plazo hasta 2008. Comenzaron a exportar a Chile, a una empresa de Temuco. Actualmente, son 470 trabajadores y producen 400 mil m2 mensuales.
Este año, Fasinpat logró detener el remate de los bienes y que la legislatura de Neuquén inicie el trámite –en marzo de 2009- para crear una ley de expropiación con advenimiento, es decir, con acuerdo de los acreedores, que implicaría el desembolso de unos 20 millones de pesos, a cargo de la provincia. A cambio, los obreros proveerían cerámicos a un precio especial al Estado neuquino, hasta completar esa suma.

Paralelamente, la gestión obrera está solicitando un subsidio estatal por el alto costo de la energía, en momentos en que se comienzan a sentir los primeros efectos de la crisis global. Durante todos estos años no recibieron ningún tipo de ayuda de los gobiernos. Por último, la justicia procesó a dos ex gerentes y a seis integrantes del directorio de la quebrada empresa Zanon, por el delito de evasión tributaria agravada. Como dicen los obreros, es la familia Zanon y su grupo –que siguen siendo millonarios- los que deben responder con sus propiedades y patrimonio a los acreedores, y no la gestión obrera.»fasinpat3

Pofesor D. Maximiliano Bascur Astroza

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